No me juzgues

Imagínate a Adán y Eva, que comieron la manzana porque la serpiente les dijo que al comerla serían como Dios.
Cuando juzgamos a alguien, somos Adán o Eva queriendo ser Dios, ya que el único juez será Dios en el día del juicio.
Hoy por hoy dice su santa palabra que es momento de la misericordia.
Esto significa que Dios en su inmensa misericordia nos está dando la oportunidad del arrepentimiento, mientras tengamos vida estamos invitados a arrepentirnos y sobre todo a tener misericordia de nuestros hermanos, de nosotros mismos, hoy por hoy dice el Señor... "Misericordia quiero y no sacrificios" o en otra parte dice, "sean misericordiosos como su Padre es misericordioso"
Te invito a no juzgarme, seguro vas a ver en mi algo que esté mal, mejor perdóname que eso te hace más bien, pues el perdón es un regalo que le hace más bien a quien lo da.