Sueña el hombre con volar, con alcanzar la montaña y al estar en la cima
sentir el aire fresco en su rostro, sin embargo la vida es más
sencilla, se camina en la planicie, se baja a los barrancos, pero
vuelve a subir, aunque siempre busca la cima, deberá entender que no
siempre se puede estar ahí, la idea principal es disfrutar del camino,
sentir el aire fresco cuando sea fresco y disfrutar también del aire
caliente cuando así lo sea.
El paisaje es hermoso, las plantas,
hay unas muy pequeñas que igual de importantes a los altos árboles
también generan oxígeno.
Que decir del agua que nos hidrata,
tan importante ya que somos 70 por ciento agua, en general nuestro
planeta y todo cuanto lo conforma.
Todo manto de agua es importante, porque todo es importante, todo cuanto existe es importante.
Pienso
que las mismas piedras tienen vida, ya que los elementos que las
conforman son al final átomos que existen en lo animado y lo
aparentemente inanimado, puesto que todo está conformado de la infinita
vida, esa existencia que vemos con los ojos pero también de lo
aparentemente inexistente que no se puede ver con los ojos, lo
infinitamente pequeño, como lo infinitamente grande que tampoco se
advierte a simple vista.
Todo se replica, así como grande e
inmenso es el universo y sus galaxias en el, así viven los átomos en
cada rincón del universo, en movimiento constante, en lo animado e
inanimado.
Somos existencia, una existencia eterna que no tiene
principio y no tendrá fin, nuestra eternidad física permanece como
permanece esa eternidad del espíritu que está en el único ser,
inmutable, omnipotente, omnipresente y único.
La ciencia dice y
lo creo, nada se crea ni se destruye, solo se transforma, somos lo
animado producto del todo, el óvulo fecundado por el espermatozoide es
tanto uno como otro fruto de otro cuerpo animado y de lo que se alimenta
animado e inanimado, por tanto, transformación del todo a la pequeñez
del esperma y el óvulo que únicamente al juntarse, se transformará en
otro ser, un ser desde el mismo momento en que se juntan.
Que
nadie tiene el derecho de destruir y aunque lo hicieren de todos modos
ese ser, pasará a la siguiente transformación y continuará su ciclo,
nadie le evitará ser, pues será por la eternidad.
Sin embargo
esta existencia inteligente llamada humanidad, compuesta de tierra como
los animales, pero además de tener espíritu tiene pensamiento, Alma,
parece tener algo especial, entre todas las criaturas, como si la
eternidad tuviera especial amor por ella, queriendo de alguna manera
llevarla por caminos elevados de conciencia, donde solo el amor
trasciende y la eleva, la hace sublime y por lo tanto eterna a imagen y
semejanza de su creador eterno.
En darle pensamiento estuvo la
idea principal de darle la opción de elegir, por eso no todos alcanzan
la eternidad del amor, solo quien toma la opción correcta, de amarse
tanto en lo que es y en aquello que parece no ser, puesto que entender
lo que es parece difícil de verlo, ya que es su cuerpo físico, su
cuerpo espiritual, así como si pensamiento, mas aún su cuerpo
espiritual lo conforma todo lo que no es su cuerpo físico, eso incluye
lo físico externo a él mismo, de tal modo que todo lo que hace a su
cuerpo espiritual, lo hace también a su cuerpo físico, en eso consiste
a mí forma de ver, lo que dice el gran maestro Jesucristo, amar a
Dios (su cuerpo espiritual) y al prójimo como a si mismo (su cuerpo
físico).
Amar todo lo que existe como tú cuerpo espiritual, es
amar a Dios, a la eternidad, que no tiene principio ni fin, al
omnisciente que todo lo sabe, al omnipotente que todo lo puede, al
todo en todos, por eso el gran maestro Jesucristo dice ámense los unos a
los otros como yo los he amado y disfruta el camino.
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